Inaugurada con promesas y cerrada en días clave

La estación de servicio de Isidoro Noblía: inaugurada con promesas, cerrada en días clave

A la pequeña y por estos días tristemente famosa localidad llegamos al recibir denuncias ciudadanas que manifestaban una inquietud que a continuación detallamos.

Con aplausos, presencia de autoridades y discursos optimistas, el 1º de junio de 2022 se inauguraba en Isidoro Noblía la segunda estación modular de ANCAP en el país, bajo el concepto de “Estación de Cercanía”. La instalación prometía brindar combustible a los vecinos de esta localidad de frontera, a unos 45 kilómetros de Melo, con tecnología de autoservicio y un descuento de IMESI para naftas, aplicable a quienes residan o circulen dentro de la franja fronteriza.

Sin embargo, poco más de tres años después, el servicio que debía ser un avance en inclusión y desarrollo se convierte, por momentos, en una frustración.

Este lunes, decenas de vecinos que viajaron desde Melo y zonas aledañas con la intención de cargar combustible con precio bonificado, se encontraron con la estación fuera de funcionamiento. El surtidor no respondía, la pantalla no procesaba pagos, y no había asistencia disponible, dado que el sistema es totalmente automatizado.

«Uno viene hasta acá, gasta en el viaje, y se encuentra con que no puede cargar. ¿Para qué una estación si no funciona?», comentó un usuario que aguardaba frente al surtidor inactivo.

 Un modelo moderno… que no siempre funciona

La estación fue presentada por ANCAP, DUCSA y el privado (propietario) como un modelo de eficiencia, con autoservicio 24/7, monitoreo remoto, y sin personal en sitio. El objetivo era claro: llegar a poblaciones rurales o alejadas, reduciendo costos operativos.

Pero la realidad muestra que cuando la tecnología falla, la falta de asistencia humana agrava los problemas. Usuarios han reportado fallas técnicas recurrentes: tarjetas que no son leídas, descuentos tardíos, pantallas congeladas, fallos en la carga del combustible y ausencia total de respaldo in situ.

En redes sociales, los testimonios se acumulan: vecinos que debieron regresar con el tanque vacío, turistas confundidos, y comerciantes locales preocupados por la imagen del servicio en la zona.

 El descuento que no llega

Uno de los principales atractivos de esta estación es la aplicada a través de pago con tarjeta bancaria. Bonificación del IMESI, también el 5% adicional con tarjeta BROU lunes y viernes para naftas. Este beneficio, pensado para competir con el combustible brasileño en zonas de frontera, no puede aprovecharse si el surtidor no está operativo.

En momentos de crisis económica, donde cada peso cuenta, la posibilidad de acceder a combustible a menor precio es clave. La inconsistencia del servicio afecta directamente a los bolsillos de los vecinos.

 Isidoro Noblía, un punto estratégico

Ubicada sobre el km 445 de la Ruta 8, a escasos kilómetros del límite con Brasil, Isidoro Noblía es una localidad que conecta tránsito comercial, productivo y turístico. En este contexto, el funcionamiento pleno de su única estación de servicio es más que un beneficio: es una necesidad estructural.

 ¿Qué exigen los vecinos?

Frente a los problemas repetidos, vecinos, comerciantes y transportistas de la zona reclaman:

  • Que ANCAP y DUCSA aseguren la operatividad diaria del surtidor.

  • Que se incorpore asistencia técnica remota más eficaz, o presencia puntual de personal.

  • Que se garantice la continuidad del servicio durante los días de mayor flujo.

 Una estación de servicio sin servicio

La experiencia de Isidoro Noblía abre un debate mayor: ¿puede una infraestructura con la cara pública automatizada cumplir su cometido sin respaldo humano cuando más se necesita?

La desconexión entre la inauguración simbólica y el servicio real plantea preguntas incómodas, pero necesarias, sobre la gestión pública, el rol del privado, la eficiencia tecnológica y el respeto al usuario.

Mientras tanto, para quienes viajan buscando combustible más accesible, la estación que fue anunciada como un avance para la región, sigue siendo una promesa intermitente.